jueves, 5 de enero de 2012

Alcancías y bancos: Aprendiendo a ahorrar



Quien no ha escuchado hablar de las alcancías o la hucha. Estos recipientes de cerámica o porcelana con una ranura en la parte superior suelen ser utilizados por los niños para acumular sus monedas. Debido a que generalmente tiene la forma de un cerdo se le conoce como chanchito, puerquito, marranito o porcino. Aunque también se pueden encontrar alcancías con otros diseños y fabricados con materiales diferentes.
¿Por qué las alcancías tienen formas de cerdo?
Hipótesis 1: El cerdo representa desde hace mucho a la abundancia y la prosperidad. Las familias humildes acostumbraban a tener un cerdo reservado para venderlo en caso de necesidad económica o para sacrificarlo en alguna celebración especial.
Hipótesis 2: En el siglo XV se utilizaba un tipo de arcilla de color casi naranja, llamada PYGG, para elaborar artículos y utensilios de cocina (lo que incluía frascos utilizados para guardar dinero). El uso del recipiente en forma del cerdo esta ligado al color de la arcilla y al nombre de la misma (En inglés: Cerdo = Pig).
Aprender a ahorrar desde muy pequeño suele ser todo un reto, pero a la vez es muy valioso. Enseñar a los niños sobre el adecuado uso del dinero y la importancia del trabajo sirve de guía para el manejo de sus finanzas personales a lo largo de la vida. La enseñanza del ahorro se puede apoyar en un deseo, el querer tener o lograr algo impulsará al pequeño a guardar parte de las propinas en una alcancía.
Otra forma de ahorrar es llevar al niño a una entidad financiera, aperturar una cuenta de ahorros y ayudarlo a que haga su depósito. Algunas entidades financieras ofrecen productos especiales para el ahorro infantil, lo que permite inculcarles una cultura de ahorro desde muy pequeños.
Hace poco estuve en un taller organizado por una fundación alemana. En dicho evento, nos comentaban que luego de la segunda guerra mundial, los alemanes le dieron mucha importancia al ahorro, ya que lo vieron como un gran apoyo en tiempos difíciles. Esto impulso a que las cajas de ahorro en Alemania tengan gran aceptación e identificación con la población, llegando muchas de ellas a regalar cuentas de ahorro con 10 euros a los recién nacidos con la finalidad de impulsar la cultura de ahorro y fidelizar clientes. La sólida relación entre las cajas alemanas y la población contribuye a niveles de morosidad mínimos y a estilos de vida basada en la valoración del trabajo y el desarrollo profesional.

El ahorro infantil se fortalece mediante la comunicación con los niños, nuestro interés por sus metas y expectativas, la constancia y el hábito del ahorro y la valoración del trabajo.

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